Descripción
La cola de caballo presenta una morfología claramente divisible en dos partes:
Subterránea, está parte corresponde a un rizoma largo y articulado, con raíces adventicias y brotando de los nódulos y pequeños cuerpos tuberosos de color negro intenso, parecidos a una papa.
Aérea, corresponde a la parte herbácea de la planta, dividida en dos tallos, uno fértil y otro infértil, fácilmente diferenciables. El tallo fértil crece erecto pudiendo alcanzar hasta 30 cm de altura. Son gruesos, sin ramas y de textura suculenta, similar a un esparrago, y de color pardo blanquecino. Estos tallos son coronados por los esporangios, en forma de una espiga de aproximadamente 4 cm de longitud.
Propiedades
Contiene, ácido equisético, abundantes sales de sílice, trazas de alcaloides, sales de potasio (cloruro potásico), vitamina C, resinas y flavonoides.
Parte Utilizada
Se aprovechan sus tallos y hojas.
Beneficios
Ayuda con: anemia, artritis, enuresis, problemas cardiovasculares, sabañones, conjuntivitis, cistitis con hematuria, problemas de enfisema, debilidad general, el sangrado menstrual abundante, la incontinencia, los riñones, la vejiga, cálculos renales, edema, osteoporosis, problemas de la próstata, la tuberculosis, úlceras, uretritis, infecciones del tracto urinario.
Recomendaciones
Aunque no se ha demostrado que la cola de caballo sea tóxica, es conveniente no administrar grandes dosis durante periodos de tiempo prolongado.
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